Carrer de Pàdua,92
08006 BarcelonaTelf.: 93.212.30.56
BARRIO: El Farró
TRANSPORTE: FGC PÀDUA L3 LESSEPS
www.bodegapadua.com
info@bodegapadua.com
HORARIO: Lunes de 7h. a 21h. Martes a Sábados de 7h. a24h. Domingos y festivos cerrado
Lugar Moritz |
La Bodega Pàdua ofrece un "aperitivo anti-crisis": un vermut Izaguirre, un filete de anchoa de La Escala, aceitunas rellenas y patatas fritas por tan solo 1,95 euros. Ese es el sello de la casa, humor y capacidad de adaptación, dos cualidades indispensables para ver pasar los tiempos sin que éstos nos arrasen.
Y a fe que esta bodega ha visto pasar los años. Se nota en sus paredes con fotos en blanco y negro, como las del magnifico gimnasta Joaquín Blume que montó un gimnasio en el mismo barrio del Farró.
También se percibe en las baldas, llenas de objetos inclasificables como televisores y radios de épocas pasadas, una hilera de coches, máquinas de fotografiar, y por supuesto, como símbolo del paso del tiempo, relojes. Guitarras y trompetas para la jarana. Pero lo más antiguo son sus barricas de roble, diseñadas para almacenar el vino que se vendía a granel.
La segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos de éste han sido testigo de cómo ha ido adornándose esta antigua bodega, fundada en el año 1949. Cambió de manos 30 años después de abrir sus puertas por vez primera. La adquirió Vicente Ratón que trabajaba como empleado. Actualmente es su hijo Jordi, quien, junto con mujer Ruth, llevan las riendas de esta taberna que invita tanto a la diversión como a la melancolía.
Ahora que tanto se habla en Barcelona sobre cómo preservar los establecimientos tradicionales con encanto después de que la crisis se haya llevado por delante a tantos, ahora creo que hay que actuar como los barceloneses siempre han hecho, con decisión y por delante de las administraciones públicas. Si queremos que locales así se mantengan porque nos evocan nuestro pasado, porque son trocitos de historia de nosotros mismos y de nuestras familias, si queremos regresar y disfrutar de eso, tenemos que actuar en consecuencia y apoyarlos con nuestra presencia. Ahí esta la invitación, pincho anticrisis. Y no lo digo porque la Bodega Padua haya reclamado atención especial, más bien creo que es un local superviviente, sólo reflexiono en voz alta.
Aperitivo anticrisis |
Y a fe que esta bodega ha visto pasar los años. Se nota en sus paredes con fotos en blanco y negro, como las del magnifico gimnasta Joaquín Blume que montó un gimnasio en el mismo barrio del Farró.
Joaquín Blume |
También se percibe en las baldas, llenas de objetos inclasificables como televisores y radios de épocas pasadas, una hilera de coches, máquinas de fotografiar, y por supuesto, como símbolo del paso del tiempo, relojes. Guitarras y trompetas para la jarana. Pero lo más antiguo son sus barricas de roble, diseñadas para almacenar el vino que se vendía a granel.
La segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos de éste han sido testigo de cómo ha ido adornándose esta antigua bodega, fundada en el año 1949. Cambió de manos 30 años después de abrir sus puertas por vez primera. La adquirió Vicente Ratón que trabajaba como empleado. Actualmente es su hijo Jordi, quien, junto con mujer Ruth, llevan las riendas de esta taberna que invita tanto a la diversión como a la melancolía.
Bodega Pádua |
Interior Bodega Pádua |
Además, merece la pena el lugar. En verano, abren la terraza posterior, tan tranquila y verde, que invita a tomar el fresco.
En la entrada tienen un burro de cartón piedra donde cuelgan el menú del día.
Desayunos de "cuchillo y tenedor", hamburguesas, caracoles receta de la abuela los sábados, arroces al horno los martes, paellas los jueves, y un excelente menú diario de cocina de mercado con un ajustado precio de 10€, componen la oferta gastronómica.
Disfruten de este rincón de la historia de Barcelona.
Bodega Pádua |